Imagen

Cuestiones ópticas. Preguntas

Vamos a intentar dar respuesta a las cuestiones más comunes respecto a la visión y nuestros ojos. Esto no es un foro, es información divulgada bajo la responsabilidad de un profesional colegiado en el CNOO (Colegio Nacional de Ópticos Optometristas)
Si quieres que atendamos tu caso de forma personalizada no dudes en acercarte a nuestro Centro, dónde trataremos tus problemas visuales sin necesidad de cita previa

Dudas y consultas en el teléfono o e-mail indicados:

Teléfono: 91 341 78 26

Correo electrónico: centrooptico.lrd@gmail.com

.

Preguntas frecuentes:

  • ¿Puedo usar lentillas?
  • Veo mal de cerca, ¿cuándo me pongo gafas?
  • Ya tengo vista cansada, ¿es mejor usar progresivos?, ¿es verdad que te mareas?
  • Si ya uso mis progresivos, ¿puedo usar lentillas?
  • Me pongo las gafas de mi familiar
  • Me gustaría operarme para no tener que llevar gafas

No me gustan las gafas, ¿puedo ponerme lentillas?

-Todas las personas son susceptibles de llevar lentillas, sólo hay que adaptar la adecuada para cada ojo siempre bajo la supervisión de un profesional. Tampoco hay ninguna restricción por edad.
-Existen lentillas para dar solución a la mayoría de los problemas de visión. Aunque tu graduación sea complicada lo más seguro que es que haya algún diseño y material que sea idóneo para ti.
-El hecho se usar lentes de contacto no evita que tengas que disponer de unas gafas graduadas adecuadamente. Primero hay que ser usuario de gafas para poder pasar a llevar lentillas con graduación.

.

Empiezo a ver mal de cerca, tengo lo que llaman vista cansada (o presbicia). Veo fatal las letras pequeñas de los envases y ya no puedo enhebrar una aguja. Yo antes veía estas cosas perfectamente, e incluso ahora si me lo alejo un poco lo veo mejor.

¿Debería aguantar para ponerme una gafa de cerca? ¿Si decido ya usar una gafa para este tipo de tareas me va a aumentar más rápidamente?
El caso descrito es de los más comunes y es normal que suceda. La presbicia hace que a partir de los 40 años nuestro ojo vaya perdiendo el enfoque, por eso poco a poco vamos dejando de ver todas aquellas pequeñas cosas que hasta ese momento no habíamos tenido dificultad en distinguir. Por esa misma razón si alejamos un poco de nuestros ojos el objeto que queramos leer lo vamos a ver más nítido, porque a una distancia más relajada nuestro ojo todavía es capaz de enfocar. Cuanto más cerca queramos ver, más enfoque necesitamos, así que si tenemos presbicia nos costará ver nítido cuanto más cerca.
El proceso de la pérdida de enfoque dura hasta cerca de los sesenta años dónde ya la presbicia se estabiliza, pero durante ese periodo de 15-20 años nuestros ojos van perdiendo nitidez en cerca de manera progresiva. Por lo tanto, ese objeto que antes veíamos simplemente con alejarlo un poco llegará un momento en el que habrá que tener el brazo demasiado estirado para seguir enfocándolo, y tareas como coser o leer un libro serán imposibles de realizar sin ayuda visual.
Lo normal es que una persona activa (sobretodo con las manos) necesite unas gafas de cerca en un periodo de 4-6 meses desde que empieza a notar los primeros síntomas.
No hay que “aguantar” sin usar una gafa de cerca y sobretodo no hay que dejar de hacer nuestras actividades cotidianas por no ver bien. La gafa de cerca nos aporta el enfoque necesario que nuestro ojo va perdiendo de manera natural. La tendremos que ir actualizando a medida que vayan pasando los años (cada 2 ó 3  años) porque la pérdida de enfoque que tendremos a los 46 años no será la misma que tengamos a los 49. Hay que ir llevando la medida que vayamos necesitando acorde a nuestra edad y pérdida visual.
Del mismo modo, no aumenta más o menos la pérdida que vayamos a tener por haber usado la gafa antes o después. El enfoque se degenera de manera natural, y por tanto sigue su curso evolutivo independientemente del uso de una gafa. La única diferencia que tendremos si hemos usado la gafa de cerca adecuada es que habremos estado viendo bien todas aquellas tareas u objetos que hayamos manejado o realizado con nuestras manos de una manera correcta sin que nuestro sistema visual haya estado sufriendo ningún esfuerzo.

.

Ya tengo presbicia y me han recomendado usar gafas progresivos, pero he oído que “te mareas y la gente no se adapta” son muy difíciles de adaptar… ¿es verdad?
No son difíciles de adaptar, sólo necesitan un tiempo de aprendizaje de unos pocos días que dependerá de cada persona. En la mayoría de los casos del primer al tercer día de uso el sistema visual está totalmente adaptado y en otros casos el tiempo puede llegar a ser de una semana. Hay que entender cómo funcionan para que nuestro cerebro aprenda a usarlos correctamente, y así poder disfrutar de una visión nítida a todas las distancias sin necesidad de cambiar de gafa para realizar tareas tan cotidianas como leer, quitar espinas al pescado o distinguir quién te llama en el móvil.
El óptico-optometrista es la persona encargada de asesorarte, hay que seguir las pautas que te indique y no debes quitarte la gafa durante los primeros días para permitir a tu cerebro y sistema visual que sean capaces de aprender el funcionamiento de las lentes progresivas. Una vez trascurrido este periodo sí que podrás usar tus gafas para las actividades que desees en el caso de que no quieras hacer un uso continuado de ellas. En el caso de que no quieras hacer un uso continuado de tus gafas progresivas, podrás ponértelas únicamente para las actividades que desees una vez trascurrido el periodo de adaptación. La mayoría de los casos de inadaptación a lentes progresivas son por no haber hecho un uso adecuado de su funcionamiento y por no haber llevado las gafas de manera continuada durante el proceso de adaptación.
Aún así la mayoría de las fábricas de cristales ofrecen una garantía de adaptación tras la cual si no te has llegado a sentir cómodo con tus gafas progresivas te las cambian sin problemas. En nuestro Centro os damos a elegir entre probar otro diseño de progresivo diferente u ofrecerte las lentes bifocales o para dos gafas, es decir, una pareja de lentes para lejos y otra para cerca.

.

Empiezo a necesitar progresivos, ¿puedo ponerme lentillas?
Sí. Hoy en día existen lentillas progresivas que son la solución ideal para muchas personas cuando empiezan a no ver bien de cerca. Pero para poder usar lentillas progresivas es imprescindible haberse adaptado antes a una gafa progresiva.
Si empiezas a sentir la presbicia o vista cansada y quieres ponerte lentes de contacto progresivas, el primer paso es llevar una gafa progresiva, tanto si necesitas corrección para lejos como si no.

Tu óptico-optometrista te aconsejará de lo más adecuado para ti.

.

Yo no tengo gafas pero uso las de mi familiar
Nunca se deben usar las gafas de otra persona. Las gafas son fabricadas de manera personalizada, porque los cristales se montan y cortan en base a las medidas, parámetros y potencia adecuados a la persona que ha elegido la montura.
Aún en el caso de que sea necesaria exactamente la misma graduación, no hay que compartir con nadie la gafa del mismo modo que no se comparten los zapatos con otra persona aunque se tenga en mismo número.
Siempre que “pruebes” las gafas de alguien y tengas sensación de ver mejor debes acudir a un especialista para que te realice una revisión de la vista.

.

Me gustaría operarme para no tener que llevar gafas
En este caso siempre debes acudir a un oftalmólogo para que examine tus ojos y te indique si es factible o no. Es importante que te informes bien y comprendas qué es lo que te van a hacer en los ojos para que tras la operación ya no vayas a necesitar tus gafas. No todos lo ojos pueden ser intervenidos quirúrgicamente ya que se tienen que cumplir una serie de parámetros mínimos para garantizar la salud ocular; por ejemplo se debe tener un espesor en la córnea determinado bajo el cual no es recomendable operar. De todo esto te informará tu oftalmólogo, el cual estudiará las pruebas pre-operatorias junto con la graduación para indicarte los pasos a seguir en tu caso concreto.